lunes, 16 de marzo de 2009

24 otoños



La Diaria 16 de marzo 2009




Antes de que termine marzo el Parlamento comenzará a discutir la Ley de Reparación Integral para las víctimas de terrorismo de Estado. Esta semana se reunirán parlamentarios del Frente Amplio (FA) y funcionarios de la Secretaría de Presidencia, el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Economía para seguir discutiendo los alcances de la iniciativa, confirmó a la diaria el diputado Diego Cánepa(Nuevo Espacio).

En la previa del debate parlamentario, la Asociación de Ex Pres@s Polític@s del Uruguay (Crysol) inició sondeos con legisladores del oficialismo y con sectores frenteamplistas para plantear sus puntos de vista. El miércoles pasado fueron recibidos por el Comité Ejecutivo del Partido Comunista y esta semana estarán con la dirección del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP). Gastón Grisoni, integrante de Crysol, evaluó que algunas de estas conversaciones “han sido difíciles” y que generaron “malestar” en el colectivo.

Grisoni insistió en que los mecanismos para reparar a las víctimas del terrorismo de Estado están contenidos “de manera detallada y exhaustiva” en la resolución 60/147 de Naciones Unidas, y ése es el referente jurídico que hay que tener en cuenta al momento de adaptar el proyecto del Ejecutivo a la realidad uruguaya. “Lamentablemente hay parlamentarios del FA que no tienen en cuenta esa normativa”, apuntó.

El estado de ánimo al que se refería Grisoni quedó plasmado en un documento que elaboraron los primeros días de marzo representantes de Crysol en Maldonado, que luego fue adoptado como posición institucional. La carta abierta se tituló “¿Nos veían así hace 24 años?”, en referencia a que en 1985 fueron liberadas las víctimas “más evidentes” de la dictadura. La nota sale al cruce de la postura de “algunos legisladores y algunos ministros” frenteamplistas que han sugerido en reuniones con Crysol que los presos políticos lucharon contra la última dictadura militar “para ser jubilados y reparados” en el futuro. “Es una pregunta que se siente similar a la negación del Holocausto”, critican desde la gremial.

Muchos de los que razonan así fueron presos políticos o exiliados y “seguramente” llegaron a ocupar sus actuales cargos de gobierno “porque se superaron individualmente”, opinan desde Crysol. “Pero, con la mano en el corazón, ¿cómo pueden juzgar a los que no tuvieron las oportunidades que ellos tuvieron? [...] No todos tuvieron las dotes intelectuales, y la sana ambición, que les hubiese permitido convertirse en dirigentes políticos. La inmensa mayoría eran militantes de base peones para todo trabajo, y aún hoy lo siguen siendo”, advierten.
Otros legisladores del FA se oponen a la reparación integral porque en Uruguay hay salarios y jubilaciones “que son una miseria”, aunque esa interpretación, para Crysol, implica culpar a las víctimas del terrorismo de Estado por “las injusticias del sistema”, lo que constituye un “inmoral chantaje”.



Asuntos pendientes

La carta de Crysol tuvo inmediatas y polémicas repercusiones. Algunas de ellas circulan desde hace días en redes de correo electrónico y en las últimas horas fueron publicadas en el sitio de internet redoblar.blogspot.com.

El ex tupamaro Jorge Zabalza escribió una nota en la que asume sus dificultades para reivindicar derechos “que luego se traducen en pesos uruguayos”. No obstante, reconoce que la lucha del “sindicato de sobrevivientes” Crysol les ha permitido “morir con dignidad y seguir sobreviviendo en condiciones más o menos dignas” a muchos ex presos políticos. Luego, Zabalza se dirige en forma irónica a los “legisladores y funcionarios varios” que en el pasado integraron el movimiento tupamaro: “Quiero dejar constancia que entré al MLN(T) pensando en la jugosa jubilación que me correspondería [...] Me recuerdo en el Queguay calculando los aportes que estaba haciendo al BPS y también los hechos en Paso de los Toros. Si me hubieran dicho que el oficio de tupa no merecía jubilarse, seguramente no habría ingresado a la organización”.

Continúa con su ironía diciendo que los verdaderos “sacrificados” son aquellos que “como directores de cultura de la IMM pueden llevarles unos setenta mil merecidos pesos”, aunque esa cifra no sea suficiente para pagar “todo el bien que hacen a la comunidad ni, mucho menos, lo que están haciendo avanzar aquella revolución social por la que tantos entregaron la vida”.

También se sumó a la polémica el escritor y periodista Carlos Liscano, ex integrante del MLN, quien aporta una nueva interrogante a las planteadas por Crysol: “¿Estos dirigentes ancianos de la antigua izquierda radical no habrán llegado a sus actuales cargos porque negociaron toda la vida con los represores, desde 1972 en adelante, en todas las circunstancias y lugares, se aliaron con generales cuando llegó la democracia, siguen haciendo lo mismo y se sienten militares honorarios porque toman whisky con los represores y sus herederos, los generales y coroneles en actividad?

Son gente anciana que piensa que la verdad se conocerá cuando ellos se mueran. Lo he dicho públicamente:
que hagan lo posible por adelantarnos el camino hacia la verdad. La historia de la represión está por escribirse”. ■

Lucas Silva

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