lunes, 7 de mayo de 2012

Juicio a los fusiladores de Trelew

¡ NI OLVIDO, NI PERDÓN !

Este fué un reclamo de masas en Argentina una vez conocida la vil y cobarde masacre de prisioneros desarmados. Han pasado cuatro decenios y ahora dará comienzo el juicio a los asesinos. A los criminales de lesa humanidad que lo perpetraron, ya que éste como tantos otros cometidos con posterioridad, NO PRESCRIBEN. La violación de todos los cánones y códigos sobre el tratamiento a los prisioneros de guerra mostraba ya cuál era el camino elegido por la jauría asesina de las FFAA argentinas.

Han hablado hasta el cansancio de la "guerra" que supuestamente enfrentó a esas FFAA con "el
enemigo". Últimamente el criminal Videla se ha explayado sobre el tema. Pués bien, si hubiera sido guerra tal cual lo proclaman, todos ellos son criminales de guerra ya que han violado hasta la última convención y leyes de la guerra. Por delitos similares los "aliados" (EEUU , Inglaterra y Francia) condenaron y ejecutaron muchos oficiales SS y otros militares nazis, y civiles alemanes también, por los crímenes de guerra cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. El asesinato de prisioneros de guerra o la masacre de los mismos fueron considerados delitos con extremo agravante. Como fué el caso de los prisioneros norteamericanos masacrados en la retirada alemana luego del fracaso de la Ofensiva de las Ardenas.

En éste caso en Trelew y en millares más posteriormente a lo largo y ancho de toda Argentina, está el agravante de que los prisioneros no pertenecían a ningún ejército regular de otro país, sino que eran connacionales CIVILES. Más aún en el caso de Trelew ya que además eran prisioneros juzgados por la Justicia ordinaria.

El derecho a la fuga ha sido siempre respetado en los enfrentamientos bélicos. Ha sido otro de los casos agravados de crímenes de guerra y de lesa humanidad que llevó a la horca a muchos oficiales nazis como por ejemplo en el caso de la fuga de prisioneros militares británicos de un campo de reclusión y su ejecución una vez que  fueron recapturados.

Nombramos antecedentes históricos que la derecha recalcitrante y los militares fascistas no pueden cuestionar ya que fueron sus mismos inspiradores ideólogicos quienes lo aplicaron con máximo rigor.

La masacre de Trelew se inscribe en la foja de servicios de la COBARDÍA MILITAR y la felonía de asesinar a prisioneros desarmados. Dice todo sobre la supuesta moral y honor de estos pandilleros,saqueadores y mafiosos. Y, como deciamos, fué el antecedente inmediato de la sistemática masacre implementada desde 1976 (y aún antes con la triple A y diversas "operaciones encubiertas" de la Polícia y las FFAA) mediante la cual procuraron exterminar en primer lugar a la militancia de las organizaciones populares, a los cuerpos de delegados y a los sindicalistas y a todo tipo de disidentes fuesen sacerdotes, periodistas, madres de desaparecidos o adolecentes.

El simbolismo de este juicio es parte de la reivindicación del movimiento popular de su lucha en aquél período y un acto de justicia que reafirma lo correcto qué fué en haber luchado contra la dictadura,  y de haberlo hecho a trvés de múltiples expresiones, hayan sido éstas resistencia civil, sindical, social o armada.

Los cómplices de los criminales de lesa humanidad pretenden "blanquear" los crímenes aduciendo la existencia de "dos demonios". Como se viene demostrando en cada juicio a los genocidas hubieron sí "dos demonios": el uno fué el brazo militar, el demonio asesino de las FFAA, y el otro fué el demonio de todos los cómplices o más aún titiriteros, que desde los despachos apuntalaban, estimulaban y SE BENEFICIABAN con la masacre. Como está demostrado en varios juicios a empresarios, políticos, periodistas, sacerdotes y obispos, jueces y fiscales. Hubieron sí dos demonios. El que secuestró en la calle y torturó en sórdidos sótanos, y que después tiró prisioneros al río o dinamitó y quemó los cuerpos. Y el otro demonio, el que dió la justificación "ideológica, moral y religiosa" a la masacre. Los cobardes pertenecientes a ambos demonios son igualmente reponsables del genocidio y por lo tanto no debe de haber ningún tipo de clemencia para con ellos, sí es que de verdad se pretende un "Nunca más". Ojalá qué se haga justicia por la masacre de Trelew. Ya que la consigna coreada por las masas en resistencia en aquel período sigue vigente:

¡¡ NI OLVIDO, NO PERDÓN !!

Colectivo del Blog Noticias Uruguayas


Domingo, 6 de mayo de 2012

El juicio a los fusiladores del ’72

En la madrugada del 22 de agosto de 1972, dieciséis presos políticos fueron asesinados en la Base Almirante Zar.

 Los acusados son los capitanes de fragata Luis Sosa y Emilio Del Real, los capitanes de navío Rubén Paccagnini y Jorge Bautista, y el cabo Carlos Marandino. Hoy se recordará a las víctimas y al fallecido secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde.


Mañana a las diez de la mañana, en el teatro José Hernández de la ciudad de Rawson, el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia comenzará a juzgar a cinco marinos por la Masacre de Trelew, como pasó a la historia el fusilamiento de dieciséis presos políticos en la madrugada del 22 de agosto de 1972 en la Base Almirante Zar de la Armada Argentina. El gran ausente del juicio, el primero por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura del general Alejandro Agustín Lanusse, será el teniente de navío retirado Roberto Guillermo Bravo, identificado por los tres sobrevivientes del fusilamiento como quien recorrió los calabozos para dar los tiros de gracia. Ciudadano norteamericano desde 1987, localizado por Página/12 en Miami como titular del RGB Group en 2009, el Ñato Bravo sigue libre e impune gracias al juez Robert Dube, miembro de la Corte de Florida, quien rechazó el pedido de extradición con el argumento de que las declaraciones de los sobrevivientes “no son creíbles” y que en todo caso no correspondía la extradición por tratarse de “delitos políticos”.
La causa por la masacre de 1972 se abrió a pedido del CELS, en representación de familiares de los fusilados, tras la reapertura de las investigaciones por crímenes de la última dictadura. La Armada había instruido un sumario en base a su falacia habitual: intento de fuga repelido por marinos con todos los muertos en el bando contrario y ni un rasguño en el propio. El juez federal de Trelew, Hugo Sastre, tomó decenas de testimoniales a personas que trabajaban en la base y a principios de 2008 ordenó las detenciones, que incluían a Bravo.
Los cinco imputados que finalmente se sentarán en el banquillo son los capitanes de fragata Luis Emilio Sosa y Emilio Del Real, los capitanes de navío Rubén Norberto Paccagnini y Jorge Enrique Bautista, y el cabo Carlos Amadeo Marandino. Sosa recorrió los calabozos junto con Bravo para dar los tiros de gracia, según le contaron los sobrevivientes a Paco Urondo, que en base a sus relatos publicó La Patria fusilada. Treinta y cinco años después, citado a indagatoria, Sosa declaró que mientras inspeccionaba los calabozos recibió “una patada de karate” que lo dejó conmocionado y cuando intentó reincorporarse “ya habían empezado a tirar las ametralladoras PAM”. Dijo que alcanzó a ver “cuatro bocas de fuego desde tres metros” e identificó a tres de los fusiladores: Bravo, Del Real y Marandino. El suboficial Marandino, a su turno, declaró que esa noche estaba de guardia hasta que le ordenaron abrir las puertas de los calabozos y retirarse. El capitán Paccagnini era entonces el jefe de la base Zar, superior inmediato de los fusiladores. El capitán Bautista fue el responsable del sumario interno que respaldó la versión del intento de fuga, por lo que será juzgado por encubrimiento. Marandino dijo que le ordenaron mentir para respaldar la historia oficial.
El segundo gran ausente del juicio será el contraalmirante retirado Horacio Mayorga, entonces comandante de la Aviación Naval. Mayorga fue quien ordenó trasladar a los guerrilleros capturados a la base Zar y no al penal de Rawson como había prometido la Armada y quien llegó a reivindicar la masacre ante su tropa. “La Armada no asesina. No lo hizo, no lo hará nunca. Se hizo lo que se tenía que hacer. No hay que disculparse porque no hay culpa”, dijo. El viejo marino, golpista ya en 1955, célebre apologista de la dictadura, fue procesado como cómplice necesario pero quedó fuera del juicio gracias a sus problemas de salud.
Las actividades previas a la audiencia inicial, bajo el lema “Los juicios son ahora”, comenzaron ayer con una conferencia de prensa de organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas, y con un taller de capacitación para periodistas organizado por el programa Memoria en Movimiento, de la Jefatura de Gabinete del gobierno nacional. Hoy a la tarde se realizará un homenaje a las víctimas y luego al fallecido ex secretario de Derechos Humanos Eduardo Luis Duhalde, abogado de presos políticos al tiempo de la masacre, con la inauguración de un acceso al Centro Cultural por la Memoria que funciona en el ex Aeropuerto Viejo de Trelew, donde se entregaron los presos políticos fugados de la cárcel de Rawson que una semana después serían fusilados.
El tribunal que tendrá la responsabilidad histórica de juzgar la Masacre de Trelew está integrado por los jueces Enrique Guanziroli, Pedro De Diego y Nora María Cabrera de Monella, que escucharán a unos setenta testigos. En representación del Ministerio Público actuarán los fiscales Horacio Arranz y Fernando Gelvez. Los familiares de las víctimas serán representados por Eduardo Hualpa y abogados del CELS. El juicio será transmitido en pantalla gigante en la plaza central de Rawson, podrá verse a través del Canal 7 de Chubut y desde el sitio www.memoriaenmovimiento.gov.ar

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