lunes, 13 de octubre de 2014

Descubiertos




La Banda Charrúa, no la Banda Oriental
Éramos el potrero de una ganadería inmisericorde, en la cual los primitivos gauchos “desjarretaban” hasta 600 toros por mes.
 
“Desjarretar” consiste en cortar de un tajo el tendón de las patas traseras. Cuando el pobre animal caía, el “vaquero” saltaba sobre él y, seguramente sin ultimarlo, lo desollaba para sacarle el cuero y luego aprovechar el sebo. El resto era para los caranchos. Después decían que nuestros charrúas eran salvajes. ¿Tenían alguna justificación esos vaqueros? Bueno, más o menos, porque así mataban a las reses en España y acá actuaban todavía con más devoción, pues las medias lunas y las tacuaras para desjarretar las vendían en la iglesia.

Seguramente los charrúas eran más vivos que los españoles de Buenos Aires quienes en lugar de cuidar el recurso “no renovable”, lo masacraron con tanto entusiasmo que casi se ven reducidos a la hambruna. Se salvaron porque la Banda Charrúa tenía ganado en inaudita abundancia.  O había pocos charrúas para tanta comida, o los indios eran menos salvajes que aquellos colonos.

A todo eso y a por qué en este período debemos referirnos a la “Banda Charrúa” y no a la “Banda Oriental”, refiere el nuevo artículo de Alberto Moroy. 
Por Alberto Moroy

El Río de la Plata recibe los primeros vacunos en 1549, cuando Juan Núñez de Prado introduce desde Potosí vacas y ovejas directamente al Tucumán (Arg.)  En 1551, atravesando la cordillera desde la costa chilena llega Francisco de Aguirre con su hacienda.
En 1555 Juan de Salazar desembarca en el sur Brasileño y avanza hasta Asunción en donde el grupo se divide en dos expediciones, una de ellas integrada por los legendarios hermanos brasileños Pedro y Scipión Goes que arrean siete vacas y un toro (las célebres siete vacas llevadas por el tropero Gaete  que viajaron de  Santos Brasil a Asuncion) de  cuya progenie se  inicia la población de vacunos en la pampa Argentina.

Juan Nuñez del Prado / Hernandarias / Francisco Aguirre / Juan de Salazar

Banda Charrúa
Asi se llamaba, al territorio uruguayo, luego la Otra Banda y mas tarde Banda Oriental. En 1606 en su viaje a la Banda Charrua, Hernandarias encontró  ganado a 10 leguas de la costa. En 1611, introdujo ganado en la Isla de Vizcaíno (desembocadura del Río Negro), unas 100 vaquillonas y algunos toros, en la zona de San Gabriel (departamento actual de Colonia) y también en tierra firme (Arroyo de las Vacas) en 1617 Los jesuitas  introdujeron ganado proveniente de sus Misiones de Alto Uruguay alrededor de 1620 En 1627 se calculaba que existian 100.00 cabezas. Luego en 1634 llegaron 5000 vacunos desde el norte, traídos por los jesuitas.
Buenos Aires 1585
En 1585 Buenos Aires tenía 600 cabezas de ganado. En 1604 el ganado era escaso en Buenos Aires pues Hernandarias para su expedición a la hipotética “Ciudad de los Césares”, (Sur argentino), se ve obligado a traerlo de Asuncion.  En 1605 una vaca vale en Buenos Aires  tres pesos y medio, mientras que en Asunción uno y medio.
Ganado colonial 
El envío del ganado español a América tiene una escala que complica la cosas en relaciona que tipo de ganado vino  Las fuentes indican que las primeras expediciones colonizadoras desde España no portaban ganado vacuno y que éste fue cargado recién en las islas Canarias. Los ganados de estas islas provenían de la isla portuguesa de Cabo Verde, donde coexistía ganado europeo pero también africano, proveniente de la isla Madeira, lo cual confunde aún más la individualización de las especies originarias.
Los bovinos criollos en el Perú, denominados “chuscos
Es un animal grande, de cuerpo robusto, patas fuertes y gruesas y cola larga con pelos en su extremo distal. La parte occipital del cráneo forma un ángulo agudo con la cara. La parte anterior del cuerpo es más masiva que la posterior y la espalda es prácticamente recta. El pelaje es corto y suave y es más denso en invierno. La coloración general es café en diferentes tonos, Los cuernos de los machos llegan a ser de hasta 800 mm de largo.


 Ruta del ganado a  America / Cabo Verde

Ganado bovino ibérico en las Américas, 500 años después
http://www.produccion-animal.com.ar/informacion_tecnica/raza_criolla/54-criollo.pdf

Primer permiso para faenar (Buenos Aires 1608)
La primera mención de ganado cimarrón sucede en 1608, año en el que el cabildo concede  el primer permiso a Melchor Maciel  Al poco tiempo dos individuos mas se presentan para conseguir permiso para la matanza A partir de aca surge la doctrina por la cual el Cabildo prioriza la matanza de ganado cimarrón en cabeza de los que ya tiene ganado domestico. Estos vecinos se llamaron Accioneros y trasmitieron sus derechos por herencia, donación o venta.
La primer matricula en 1609, para los alrededores de Buenos Aires  da para rescatar (para repoblar) 1600 cabezas, en 1612 se cierra la matricula por dos años habia cuenta la escasez de animales en las proximidades. Al principio el Cabildo solicitaba de cada diez cueros, uno para el, luego cambio a medio real en efectivo. En 1615 el Gobernador Hernandarias dice que los vecinos se han quedado más pobres por haber consumido todos los ganados de la provincia. De 1619 a 1621 los pobladores de Santa Fe, gracias a los consejos de Hernandarias en cuanto a poblar los campos recogieron mas de 50 mil cabezas vacunas con la cual poblaron sus estancias.

Desjarretando / Desjarretador
Desjarretar es cortar los jarretes de la patas  traseras y tumbarlo para desollar y extraer  su cuero y cebo. No se hace esto para recoger y aquerenciar por obvias razones.
Esa cacería de vacunos cimarrones, a campo abierto se hacía de a caballo y utilizando un instrumento llamado “desjarretador”, originario de la ganadería extensiva ibérica, era una garrocha, es decir un palo o vara de madera (caña en la región) de largo variable, pero no menor de 2 a 2 1/2 metros, que en su extremo tenía una media luna de hierro con filo con la que se cortaba el garrón o tendón de Aquiles de los animales, dejándoles imposibilitados de moverse y así poder degollarlos con cierta facilidad, para luego faenarlos (cuerearlos y quitarles el sebo y grasa.
Cuantos animales desjarretaba en una jornada
La diferencia entre peón y vaquero obedecía al hecho de que la cantidad de animales que cada  vaquero desjarretaba en una jornada de labor, doblaba o triplicaba la cantidad de animales que un peón  caballerizo podía alcanzar a degollar, cuerear y apilar en el mismo tiempo. Como promedio cada  vaquero desjarretó en 1769 en la estancia mencionada de los Jesuitas Expulsos, entre 200 y 600 toros  por mes. El record fue alcanzado por el vaquero Tomás Díaz quien desjarretó 1069 toros en tres meses,  seguido por Pascual Moroti con 894 toros.
En España,  hoy se practica un deporte llamado “Acoso y derribo”  que seguro tuvo su origen en esta actividad, aunque bastante floreado hoy, como para lucir prendas caballos y escenarios.
Acoso y Derribo, faena y deporte español
https://www.youtube.com/watch?v=VF5etz3vc0E
Las medias lunas o desjarretadoras los proveía la Iglesia
La relación que mantenía el personal de las vaquerías o corambres con los medios  de producción era desigual, por cuanto cada uno de ellos poseía con intensidad diversa algún medio de  producción. En las corambres o faenas de hacer pieles, los vaqueros eran provistos por el empresario  acopiador con medias lunas para desjarretar los animales, con cañas tacuaras para calzar las medias  lunas, y con espadines para acodillarlos, pero no de los caballos, que eran de su propiedad.
Las cañas  tacuaras en que se engarzaban las medias lunas eran producidas en Corrientes, donde la Mayordomía  de la Iglesia Catedral se encargaba de su distribución, vendiéndose a tres reales cada una. Más no  siempre era este el precio normal.
En los reparos puestos por el Cabildo de Corrientes a la rendición de  cuentas que hiciera en 1781 el Mayordomo de la Iglesia Catedral Dr. Don Antonio Martínez, los  cabildantes le reprochaban que en tiempos pasados se vendían las tacuaras “…cuando más caras, a 20  pesos o 160 reales cada carretada de a 50 tacuaras”, o tres reales cada una.
La Otra Banda (Uruguay)
Durante el siglo XVII los vecinos de Santa Fe no explotaron vaquerías  en la Otra Banda, por cuanto el ganado abundaba en todas partes y tambien porque no existía en ella, ninguna población blanca, salvo la Colonia del Sacramento fundada en 1680, ni las pequeñas reducciones de indígenas de San Juan de Céspedes y San Francisco de Olivar, redundadas mas tarde en la de Santo Domingo de Soriano. Se dice que la reducción de Santo Domingo Soriano esta bien provista de ganados. También hay indicios de que algunos corsarios y también portugueses hicieron a partir de 1680 algunas matanzas de ganado silvestre, que no pudieron ser grandes pos falta de caballos, de los cuales tanto los corsarios como estos ultimos estuvieron siempre privados.
Santafecinos y correntinos
Dice el memorial que los portugueses estan haciendo matanzas de toros en las campañas confinantes a San Gabriel, cuyo continente se compone de muchos centenares de leguas, pobladas de infinidad de millares de ganados vacunos, para poder llenar y abastecer la Europa de cebos y corambres, precedido de que a este fin pasaron los vecinos de la ciudad de Santa Fe y Corrientes. Y si hasta que han usado con limitaciones de matar a bala el ganado que han podido, libres de la necesidad que tienen de caballos, podrían con ellos hacer tan gruesas cantidades de corambres que basten a entablar a este trato otra flota anual (Archivo de indias 72-2-4 tomo III, Pág. 507)
En 1709 el gobernador de Tucumán, con el fin de hacerse de recurso para hacer una entrada contra los indios del Chaco, ordena a sus tenientes de Santiago y Córdoba que hagan vaquería en las Pampas. Varios vecinos de Buenos Aires protestan, alegando que se invade su jurisdicción y se lesionan sus derechos. Aducen que hasta 20 años atrás, se hacían recorridas de 20 y 30 leguas de la ciudad, ahi es necesario recorrer 200 leguas (“dudoso”) Para salvar las dificultades, proponen al cabildo porteño que no hay inconveniente de que se haga la recorrida en la Otra Banda  de este rio  (De la Plata ), en la tierra firme próxima a San Gabriel donde hay ganado suficiente.
Vaqueando en la Otra Banda (1714)
El 5 de diciembre de 1714, el Cabildo de Santa Fe comunica al de Buenos Aires que el alcalde Provincial de la Santa Hermandad le ha ofrecido hacer una vaquería en la Otra Banda  entre el rio Uruguay y el Negro (???), dándole el tercio, puesto en Santa Fe y solicita la conformidad de los colegas Porteños. El procurador de Buenos Aires esta de acuerdo ya que hasta ahora los vecinos de Buenos Aires no han tenido ninguna utilidad en dichos ganados. El Cabildo les comunica que la Otra Banda esta infestada de indios Charruas, Vejanes (Bohanes), Minuanes etc, y que los que vayan se exponen a sus hostilidades.
Dos años despues, el mismo Cabildo, con fecha 2 de marzo de 1716, protesta por la presencia de vecinos de Santa Fe, vaqueando en la Otra Banda,  “donde sólo los vecinos de esta ciudad (Buenos Aires) tiene derecho a dichos ganados” Ademas de los santafesinos ya habia algunos porteños, que sin ser accioneros, ni tener permiso, estaban en abril de 1717 haciendo cueros para el Asiento de Inglaterra, lo que obliga al regidor a apresar gentes y confiscar carretas y cueros.
Primer permiso para vaquear en la Otra Banda (1717)
El primer permiso para vaquear en la Otra Banda, se lo solicita al Cabildo porteño Ignacio Sánchez de Loria, el 16 de septiembre de 1717: permiso que es denegado si dar razones, aunque se supone que asi fue porque Sánchez no era vecino de Buenos Aires, sino de Córdoba Sin embargo Sánchez se las arregla para traspasar el permiso, que el gobernador sin anuencia ni conocimiento del Cabildo le habia otorgado a Pedro de Saavedra, lo que motiva un pedido del Cabildo para que sea cancelado (acta 21 de octubre de 1716).
Poco despues el Cabildo protesta al Gobernador, pues los vecinos de Santa Fe, Andrés Pintado y Francisco Vera Mujica  (En 1680 comandó el ejército hispano que destruyó Colonia) siguen vaqueando en la Otra Banda y el 18 de diciembre de 1717 piden que las vacas por ellos recogidas sean embargadas. La primera licencia que da el Cabildo para vaquear en la Otra Banda fue otorgada el 2 de diciembre de 1716 a un vecino y accionero, Juan de San Martin, por 20 mil cabezas, siempre que sean para el abasto de la ciudad (Buenos Aires) El 17 del mismo mes otra licencia, sin fijar cantidad al vecino Miguel de Riglos, para poblar sus estancias.
Buenos Aires 1717 
Durante 1717 el Cabildo porteño concede varias licencias en la Otra Banda , todas para recoger ganado y no para matarlo A la ciudad de San Juan de Vera (Corrientes)  6 mil cabezas ( 23 de junio); al padre Prior de Santo Domingo de Santa Fe, para la obra de la iglesia, 10 mil cabezas (9 de junio), a Luis Pesoa 16 mil cabezas, a Sanchez de Loria 20 mil cabezas, con obligación de traerlas a Buenos Aires y a Ignacio de Torres 20 mil para sus estancias en Buenos Aires (11 de abril de 1717).
El Etienne Moreau en Montevideo
El 14 de mayo de 1717 se denuncia  al Cabildo que en la ensenada de Montevideo, esta un navio francés (Etienne Moreau) de 30 cañones y 100 hombres, los cuales han hecho cargas en tierra, habiéndoles visto 30 cueros estaqueados en tierra. Se entiende que en esta oportunidad la cifra no debió ser alta habida cuenta que no contaban con caballos y sin estos hacer cueros era un problema, teniéndolo que comprar a los indios.
A mediados de año (1717) se calcula que hay en la Otra Banda 400 vecinos porteños y Santafesinos, con 2000 caballos haciendo recogidas. El 1718 el cabildo  de Buenos Aires envía  emisarios  a la Otra Banda para ver quien esta haciendo sebo para el asiento de Inglaterra El primero de junio llegan a la ciudad (Buenos Aires) las vacas sacadas de la otra banda, y se pide al gobernador que no conciente que se saquen fuera de la jurisdicción. El 29 de agosto se denuncia al gobernador que Sanchez de Loria esta pasando a Santa Fe las vacas recogidas en vez de traerlas a Buenos Aires.
Lo que se necesita para arrear 50 mil cabezas (1719)
El 20 de enero de 1719, el procurador pide que se prohíba la matanza de vacas en la Otra Banda, permitiéndose solamente la de toros. Durante el año se conceden tres licencias una de 16 mil, otra de 20 mil el 11 de agosto y una de 20 mil, el 7 de julio. En vista a la escasez de ganado en Buenos Aires, el procurador porteño propone una recogida de la Otra Banda de 40 a 50 mil cabezas. El Cabildo consulta con personas entendidas y resulta que se necesitaran 150 peones prácticos de campo, 1600 caballos, diez canoas y 30 peones de Santa fe, únicos duchos para el paso de los ríos. El tiempo necesario siete meses. Tres para la recogida, uno para ponerse sobre el Uruguay, otro mes para llegar al Paraná y otro para pasarlo ( acta 31 de enero de 1719)  El cruce de los rios Uruguay y Paraná requería mucho tiempo para pasar a nado en pequeños lotes el ganado. Agregado está que el paso por Entre Rios era peligroso por los indios Charruas.
Charrúas en Entre Rios, Bhoanes arriba del  Rio Daymán

La Otra Banda 1720
Los jesuitas de las misiones, que fueron los introductores del ganado por el norte y a la cabeza de los indios Tapes hacían ellos la recogida llegando hasta cerca del Rio de la Plata Desde 1710 tenían los derechos para esta banda. Los jesuitas no solicitaban autorización del cabildo de Buenos Aires, por  tener “cedulas para ello” A pesar de esos derechos el Gobernador Zabala, el 15 de octubre de 1720, los compele que hagan la vaquería con moderación y solamente lo necesario para la alimentación (acta 19 de agosto de 1720)

Vecinos de Santa Fe, porteños y jesuitas
Accediendo a un pedido de los vecinos de Buenos Aires, el gobernador  Bruno Mauricio de Zabala prohíbe vaquear en la Otra Banda (Bando del 19 de agosto de 1720) y el 15 de octubre lo extiende a los de Santa Fe Despues de idas y venidas entre los porteños, los de Santa Fe y los Jesuitas, en la sesion del cabildo de Buenos Aires del 13 de febrero de 1722 dice: Podrán sacar anualmente 60 mil cabezas de las campañas de San Gabriel, 30 mil puestas en Santa Fe, ademas la ciudad de Buenos Aires podrá hacer 50 mil cueros (acta 9 de noviembre de 1729).
Solo trece estancias habia en la Otra Banda en 1721
A principios de 1721, el procurador de Buenos Aires llama la atencion al Cabildo, diciendo que en la Otra Banda, donde se albergan muchos peones “bagamundos que vienen a su antoxo”, los cuales no podrán de ser perjudícales a los ganados de que se habían Como consecuencia de esto el Cabildo del 3 de febrero de 1721 resuelve que en las estancias de la Otra Banda que son solamente trece, no tengan mas de tres peones en cada una y que todos los que sobren se echen a la Banda de Buenos Aires.
Se remiten diez peones de la guardia de San Juan y se agrega que a dos leguas de Colonia hacia Montevideo (Hoy Riachuelo) se encontró una estancia poblada de portugueses, donde estos tenían 3 mil cueros. Dice que los portugueses eran inhábiles para vaquear por lo que usaban a los indios Minuanos y los peones de Santa fe que habían quedado en crecido numero, junto con otros cristianos de otras provincias que quieren vivir, sin Dios, sin Rey y sin Ley, considerando por esta razón que la Otra Banda es “una cueva de maldades”.
 Bruno Mauricio Zabala / Ubicacion de  la Villa Santo Domingo de Soriano (ROU)

El 10 de diciembre de 1721 el gobernador dispone que se evacue  de la Otra Banda, toda la gente que en ella se halla, despoblándose las estancias y trasportando a Buenos Aires todos los instrumentos, aperos, carretas, bueyes y caballos. Luego  se propone que todo se reconcentre en la reducción de Santo Domingo para tenerlos mas a mano Lo cierto es que la orden solo fue cumplida parcialmente.
Ganado en pie a Buenos Aires
En 1723 (acta 30 de junio) se saca a remate una vaquería de 30 mil cabezas en la Otra Banda, llevando el ganado a San Antonio de Areco y Arrecifes (Arg.) Se ofrecen seis reales por pieza propuesta por Juan de Rocha Dos años despues (acta 26 de febrero de 1725) Rocha comunica que tiene para vender en Areco 6.500 cabezas y el Cabildo dispone que el precio sea 12 reales cada una en pie.
Preparativos para la Fundación de Montevideo
Con motivo de la fundación Montevideo en la sesion del 20 de noviembre de 1723, el alcalde del primer voto propone que el tercio del corambre que corresponde a Buenos aires se define a la nueva poblacion lo que provoca una repulsa en el Cabildo La fundación de Montevideo  estuvo plagada de dificultades, pues los vecinos de la Banda Occidental (Buenos Aires) no estaban conformes con emigrar. Por eso a los nuevos pobladores se le ofrecían sitios en la ciudad, chacras y estancias en los alrededores Auxiliarlos con 20 vacas y 100 ovejas y finalmente reconocerlos como hijosdalgos (acta 28 de agosto de 1726) Zabala comunica al Cabildo de Buenos Aires que tenga en cuenta la jurisdicción de Montevideo antes de dar licencias para recogidas o matanzas de ganado  en la  Otra Banda La jurisdicción de Montevideo llegaba de la boca del Jofre (cufre, 96 km de Montevideo al N.O) siguiendo la costa del Rio de la Plata hasta Montevideo y desde ahi hasta la sierra de Maldonado y de fondo hasta la cabeza de los rios San Jose y Santa Lucia.
Navíos cargados 1726/1738
 

1726, escasez de ganado en la Otra Banda
A partir de 1726 empiezan a parecer los síntomas de escasez de ganado en la Otra Banda. El 17 de diciembre de 1726 el alcalde de segundo voto dice que los lugares donde pastan los toros estan retirados muchas leguas El primero de diciembre de 1730, el cabildo recibe una carta de Juan de Rocha donde dice que en seis meses recogió 30 mil cabezas, pero que la hostilidad de los indios minuanos no le permitio juntar más. Dice que en vista de esto se fue al norte, pasando el Rio Negro, donde hay bastante ganado, pero los indios tampoco le permitieron, obedeciendo ordenes de los Jesuitas. El cabildo le pide informes al padre Romero y este dice que donde quería entrar Juan de Rocha, 14 leguas al norte del Rio Negro, es estancia dependiente de Yapeyu y que el ganado no es cimarrón.
¡¡Veinticuatro años de escasez!!
En 1748 un vecino pide permiso para pasar 100 cueros a la Otra Banda para recoger trigo (Acta 11 de enero de 1748)

Mulas criadas en Buenos aires, norte argentino, sur de Brasil y la Otra Banda (ROU)

Del autor
Casi todo lo aquí narrado pertenece a una recopilación de datos de diferentes autores, sobre todo de la Academia de Historia del año 1938. Está ordenado en forma cronológica para saber como fue desarrollándose la produccion ganadera desde la introducción del ganado en el Rio de la Plata.
Tal vez usted se haya preguntado el porque no se fundó Buenos Aires en Montevideo, siendo que las ventajas desde el punto de vista portuario eran superlativas. La respuesta hay que buscarlas mirando las ventajas comerciales que ofrecía estar ubicados en la banda occidental del rio de la Plata. Lo que interesaba en ese momento eran las riquezas reales y/o ficticias que estaban al norte del río Paraná. Montevideo se fundó 237 años despues de la primera fundación de Buenos Aires (1536), solo al efecto de preservar los territorios españoles de los portugueses y piratas de diversas nacionalidades.
El Virreinato del Peru fue fundado en 1542 y de el dependía casi toda America. Forman parte  las  actuales Repúblicas de: Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panamá, Perú y toda la región oeste y sur del Brasil… Hasta 1777,  fecha de la creación del Virreinato del Rio de la Plata dependíamos del  Virreinato del Peru. Por este motivo la comunicación con Lima era vital, cruzar el Rio de la Plata en forma habitual significaba un problema de logística importante,  era bastante mas cómodo situarse en la Banda Occidental del Rio de la Plata, aun a costa de un mal puerto pero que gracias a sus dificultades de navegabilidad (Falta de calado)  se transformo en  un reducto casi inexpugnable.
Ventajas comerciales de Buenos Aires
Los esclavos que ingresaban al puerto de Buenos Aires pagaban impuestos, otros tantos se descargaban en zonas alejadas si pagarlos o dejando coimas al gobernador de turno La mayoria seguía con destino a Bolivia (dos meses de viaje) y Peru (4 meses) para trabajar en las minas de oro y plata, mulas criadas en las proximidades de Buenos Aires, en la Otra Banda (R.O.U.)  y en provincias del norte argentino. De regreso venia  oro y plata, declarado y de contrabando, mucha del cual se usaba para comprar cueros, que eran exportados a Europa en la misma forma (declarados y sin declarar).



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